15M Monteolivete – Zapadores

Hola, lechones.

El pasado Viernes 22 de Abril nos reunimos unos trescientos activistas en la Plaza del 15M. El motivo era protestar contra el tratado entre la UE y Turquía. Con ese acuerdo remitimos los refugiados a Turquía, que, a cambio, recibe dinero. NO nos parece bien. Europa debería recibir a los migrantes con los brazos abiertos, porque sufren una catástrofe humanitaria. Y habría que habilitar rutas seguras para que lleguen a Europa, y  no se jueguen la vida en travesías marinas peligrosas.

Ahí van unas fotos del evento.

 

Hubo gente decidida a pasar la noche en la Plaza del 15M como medida de protesta. Aparecieron con sus tiendas de campaña.

Algunos nenes dejaron pintadas como protesta.

 

 

La gente se sentó porque la cosa iba para rato.

 

 

El lema en Inglés lo dice todo.

Abajo, Xavi con su bici: inconfundible. Está en todas.

 

Intervinieron más de media docena de personas, que leyeron manifiestos. Iré poniendo fotos de todos ellos.

 

Hubo una performance. Dos activistas simbolizaron la muerte de dos migrantes, y los zapatos aludían a lo mismo.

Hubo pancartas y carteles para todos los gustos.

 

Nuestros iaioflautas también hicieron una performance. Se pusieron mantas térmicas en recuerdo de las que reciben los refugiados al contactar con los voluntarios que les ayudan.

Abajo, otro speaker.

 

Una toma general de la plaza.

 

Matilde, con el micro.

 

Y, después de Matilde, su hija Reyes con el micro.

 

Una foto de algunos de nuestros iaioflautas.

 

 

Marta y Luis, dos buenos amigos y buenos activistas.

Otras tres activistas de primera: Mari Carmen, Lola y Matilde.

 

Una toma de la gente aplaudiendo las intervenciones.

 

Una toma simpática de Marta con la pancarta de “Valencia Ciudad Refugio” en el balcón del Ayuntamiento.

Antonio, que también está en todas.

 

Dos buenas amigas ecuatorianas. Estaban muy afectadas debido al terremoto que sacudió Ecuador la semana pasada. Un abrazo para ellas.

 

Mohamed y Martha.

 

 

Velas en recuerdo de los refugiados muertos tratando de llegar a Europa.

 

 

 

Y, con esto, me fui a casa, que ya no eran horas para mí.

Hasta la próxima, lechones.