PostHeaderIcon Los hombres que no amaban a las mujeres (Stieg Larsson)

BREVE RESUMEN

Portada del libro

La novela se desarrolla en Suecia. Mikael Blomkvist es un periodista de la revista progresista llamada «Millenium». Consigue información sobre un importante hombre de negocios. Lo acusa de varios delitos. Pero la información de su fuente es una trampa. El empresario, Wennerström, lo lleva a los tribunales por difamación. A Blomkvist le caen tres meses de cárcel y una fuerte multa económica.

Con todo eso en la cabeza, le llaman desde un rincón apartado de Suecia. El empresario Henrik Vanger quiere hablar con él. Mikael acepta ir. Una ve z allí, el empresario, un anciano, le cuenta que le quiere contratar para descubrir quién mató a su sobrina Harriet Vanger, desaparecida hace cuarenta años. A cambio le ofrece una importante suma económica,  e importante información sobre Wennerström que podría ser de interés para Blomkvist.

Paralelamente, el abogado de Vanger, Dich Frode encarga un informe a una compañía de seguridad sobre Blomkvist. La encargada de hacerlo es la investigadora Lisbeth Salander.

Durante la trama de la novela los dos personajes acaban coincidiendo y ocupándose del caso sobre el asesinato o desaparición de Harriet Vanger.

No os cuento más…leedlo. El libro es altamente adictivo.

CRÍTICA

Stieg Larsson

El libro engancha desde el principio. La trama es interesante, y los personajes están muy bien construídos. Mikael es un periodista de investigación totalmente íntegro. Es  un tipo de una pieza. Lisbeth es una veinteañera cuya vida es controlada por un administrador del Estado. Va tatuada, con piercings, viste de forma excéntrica…pero es una investigadora de primera. Lisbeth sufre la represión del sistema. Ha sido maltratada y malinterpretada por psiquiatras, asistentes sociales y tutores del EStado. Aunque os cueste creerlo eso puede pasarle a cualquiera. A mí me pasó algo parecido. Los primeros psiquiatras que me trataron se lo montaron muy mal, y como resultado pasé un año entero perdido en mis delirios hasta que me volvieron a coger y no me soltaron hasta que vi que con la medicación estaba mejor que sin ella. El primero de ellos me dijo en una entrevista psiquiátrica que el encerraría a muchos políticos. Vamos a ver, un político puede ser muchas cosas, pero no es un enfermo mental. Eso hizo que  yo me rebotara. Luego me medicó, pero no me dijo que no podía beber alcohol con esa medicación. Al llegar a casa me tomé una cerveza, y me hizo una reacción bestial con lal medicación. Me puse malísimo…agredí a mi famlia y rompí un mueble de una patada. Al día siguiente me ingresaron. Todos los que me conocéis sabéis mi pasión por leer y estudiar. Para entretenerme durante el ingreso cogí mis apuntes de la universidad. El maldito imbécil pasó a mi habitación y me dijo que leer no me ayudaría a salir de allí. ¿Alguno de vosotros ve algo malo en leer? Yo, por más que lo intento, no lo veo. Ese tío era un cabrón.

Otro día, estando en mi habitación, pasó otro psquiatra y me metió una colleja bestial en el cuello. Yo apenas me podía tener en pie debido a la medicación, así que tuve que tragarme un golpe que en otras circunstancias le hubiera devuelto.

Además la medicación me sentó fatal. No me explicaron que eso se podía reducir con el tiempo o sustituírla por otra que no tuviera tantos efectos secundarios.

RESULTADO: Pillé un rebote que te cagas contra mi familia, los psiquiatras, etc… Cuando volvía a casa dejé la medicación y pasé un año delirando…parte de él en la calle…vagando por las calles de Valencia…fuera de casa. Todos esos psiquiatras fueron unos CABRONES. Así  que sí, lo que le pasa a Lisbeth Salander puede ocurrirle a cualquiera. Lisbeth adopta la actitud de DEJADME EN PAZ, PASO DE TODO, NO ME TOQUÉIS LAS PELOTAS.

A cambio, os tengo que decir que, desde entonces, los psiquiatras que me han tratado son buena gente. He tenido varios ingresos hospitalarios y sólo puedo estarles agradecido. Particularmente a Fina, mi psiquiatra del Centro de Salud. Me han tratado bien, y me han ayudado.

En fin, que el caso de Lisbeth es posible…difícil pero creíble. Además , ella también encuentra a un buen tipo…su penúltimo tutor. Llega a tener una sana relación de amistad con él. Pero éste sufre una apoplejía, y le asignan otro. Este último es un miserable. No os cuento más de este tema para no chafaros la novela.

Por lo demás, no le encuentro ninguna pega al libro. En algunos párrafos, Mikael carga contra determinados colectivos…y parece hacerlo con fundamentos y pruebas. Ya os he dicho que es un tipo íntegro, con ética profesional y personal.

Espero que el libro os guste tanto como a mí.

2 comentarios para “Los hombres que no amaban a las mujeres (Stieg Larsson)”

  • Pepe says:

    Sinceramente, como amigo, me parece muy fuera de lugar y fuerte, que en una crítica literaria sobre UN LIBRO, (que cualquiera puede encontrar en la red poniendo Stieg Larsson en Google) cuentes como pegaste a tus padres…

    Creo que te encendiste al escribirla como cuando me enciendo yo cuando hablo de políticos, perdón de gentuza que habría que encerrar 😉

  • Andrés says:

    Como en muchas otras ocasiones, tienes razón. Me calenté. Esas manifestaciones sobre algunos de los psiquiatras que me han tratado habría que dejarlas para un apartado de «Opinión personal». No he elegido el lugar adecuado para esas reflexiones. Gracias, Pepe.

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